En esta obra, el torso de una mujer emerge entre luces y sombras, destacando tanto la sensualidad como la vulnerabilidad de la figura. Representada desde la base del cuello hasta la parte superior del abdomen, el quiebre oscuro en la zona del cuello introduce una ruptura visual impactante, quitando toda identificación visible. El fondo minimalista, sin distracciones, permite que la figura femenina cobre protagonismo. La falta de contexto específico invita al espectador a una interpretación más abstracta y emocional, proyectando sus propios significados en la obra.
Técnica: Óleo sobre tela
Medida: 90x100 cm
Año: 2020