En esta obra, figura y fondo se desdibujan en una danza de transparencias y tonalidades suaves, sugiriendo que la figura femenina está emergiendo de una niebla de confusión o de un proceso de transformación interna. Los sutiles pasajes de luces acentúan la sensación de movimiento y renacimiento, como si la figura estuviera surgiendo desde lo más profundo de su alma, marcando un punto de inflexión entre el caos y la claridad. La obra refleja un viaje emocional, donde la fragilidad y la fortaleza coexisten en un equilibrio delicado.
Técnica: Óleo sobre tela
Medida: 90x100 cm
Año: 2020