En esta obra, cuatro figuras femeninas, sin rostros, se inclinan hacia el lado izquierdo, creando una sensación de movimiento colectivo y sincronizado. La ausencia de rasgos distintivos refuerza la abstracción de la identidad, dejando que el gesto sea el protagonista. Los tonos azul claro y oscuro se entremezclan, aportando una atmósfera tanto serena como enigmática, mientras las figuras se funden en el fondo. La composición diagonal hacia la izquierda genera un dinamismo visual que invita al espectador a contemplar la relación simbólica entre las figuras, desprovistas de individualidad pero cargadas de presencia.
Técnica: Óleo sobre tela
Medida: 90x90 cm
Año: 2016